Tras varios meses de incertidumbre, se ha aprobado en el Congreso la Ley de protección de los derechos y bienestar de los animales. La ley ha salido adelante con la enmienda presentada por el PSOE que dejará fuera a los perros de caza, rehalas y animales auxiliares de caza que se regirán por una legislación propia.
Esta enmienda también excluye a los perros pastores y ganaderos, los perros de rescate y trabajo de los cuerpos de seguridad, los animales que participen en actividades deportivas oficiales y las aves de cetrería. Sin embargo, sí se les aplicarán las obligaciones generales y prohibiciones que contempla la ley.
Una votación incierta hasta el penúltimo día
La aprobación de la Ley de Bienestar ha estado en el aire hasta el último momento, porque varios grupos políticos de izquierda consideraban insuficiente una ley que hiciera distinciones con los perros de caza. Unidas Podemos se veía también en el mismo brete de elegir entre votar a favor de la ley con una enmienda que rechazan frontalmente, o tumbar en el Congreso un proyecto que ellos mismos habían presentado.
Para evitar el trance intentaron varias propuestas que no prosperaron, como introducir un término medio con los perros de caza similar a la legislación de Castilla-La Mancha o negociar a última hora una enmienda transaccional para devolver el proyecto a su texto original.
Finalmente, la ley ha salido adelante con el apoyo de Unidas Podemos, ERC y EH Bildu. Las declaraciones de sus portavoces coincidieron en que preferían votar una ley "incompleta" a que no hubiera ninguna ley estatal.
Penas más duras para los maltratadores
Asimismo, este jueves se ha votado una reforma del Código Penal para endurecer las penas por maltrato animal. El objetivo es doblar las penas máximas (12 a 24 meses de cárcel, o multa de 18 a 24 meses) con posibles agravante de prisión. Una reivindicación histórica del animalismo que juristas y asociaciones han señalado que tiene letra pequeña: desprotegiendo animales silvestres y permitiendo a los jueces apostar por multas en lugar de penas de prisión, lo que puede crear impunidad penal.
En la práctica, qué significa esto
Las votaciones en el Congreso, aunque ajustadas, han priorizado la aprobación y la continuidad de la Ley de Bienestar Animal, que confirma el sacrificio cero, la desaparición de las razas PPP, un mayor control en la cría de animales para familias y profesionales (aunque se permitirá), un listado positivo de especies para la tenencia responsable (aún por reglamentar) y otras obligaciones, como el seguro de responsabilidad civil o los cursos básicos.
A partir de la aprobación, y aunque todavía queda su tramitación en el Senado, que se hará efectiva a lo largo de los próximos días, las obligaciones para las familias se equilibrarán al nivel de las comunidades más avanzadas en protección animal, como Cataluña, Madrid o el País Vasco.
Es indudable que los animales han ganado derechos. ¿Es suficiente? Algunos lo venderán como un desastre, otros como un primer paso en la buena dirección. La realidad es que a partir de ahora los animales en España ya no pueden sacrificarse por la irresponsabilidad humana, y eso es un gran avance.