Cómo entrenar a un perro con un clicker sin abusar de esta herramienta

Quizá has oído hablar del clicker. Hace pocos años, el clicker era una herramienta casi mágica para educar y adiestrar a nuestros perros. Llegó incluso a ser considerado un método de entrenamiento —algo que, en mi opinión, no es por sí mismo—. Pero ¿qué es el clicker? Pues una cajita con una lámina metálica que hace "clic".

El clicker se basa en algo muy sencillo, asociar un sonido con una recompensa y utilizar ese sonido para marcar los comportamientos deseados previos a la recompensa. Pero para entender bien esto, quizá nos interese saber un poco más sobre el condicionamiento clásico y el condicionamiento operante...

Cargar el clicker

Como quizá te imaginas, al principio el sonido del clicker no significa absolutamente nada para un perro. En un inicio, por lo tanto, debemos asociar ese sonido concreto con algo positivo (por regla general, comida). De este modo, el primer ejercicio que hacen las personas que quieren utilizar un clicker para el entrenamiento es "hacer clic" y entregar un premio.

Esto está basado en el condicionamiento clásico, del que Iván Pávlov es el principal referente. Pávlov descubrió que si tocaba una campana y, luego, entregaba comida a sus perros, los perros terminaban por asociar campana y comida. ¿Cómo lo comprobó? Llegó un momento en el que los perros empezaban a salivar (esperando la comida), al tocar la campana, llegase o no comida después.

Beneficios y usos de un clicker

Por descontado, una vez tengamos asociado el sonido con un estímulo positivo (el sonido de ¡clic!), podemos empezar a entrenar con él. Para ello, podemos enseñar ejercicios de obediencia (como un sentado o un tumbado) y señalar con el clicker la acción antes de premiar.

Algunas ventajas de utilizar un clicker son:

  • Nos permite premiar conductas sin entregar (inmediatamente) los premios y a distancia
  • Es cómodo, rápido y nos podemos asegurar de que el perro entiende qué  se le premia (la conducta exacta que está realizando en ese momento)
  • Podemos premiar repetidas veces reduciendo el número de premios
  • Mejora la proactividad del perro: estimula al animal, quien muestra más ganas de hacer cosas y colaborar con nosotros

Por el contrario, usar un clicker sin entregar premios (sea el tipo de reforzador que sea: comida, juego, caricias...) resulta inútil y, a menudo, frustrante para el animal, a quien le estamos pidiendo que preste atención y realiza conductas sin dar ningún premio.

Debe quedar claro que:

  • El clicker no es un premio, sino aquello que "va antes del premio"
  • Si usamos mal el clicker, perderá su función "informativa" y la asociación click + premio, por lo que deberíamos volver a cargar el clicker antes de usarlo como un estímulo condicionado (es decir, un estímulo que se asocia a otra cosa)

Para que mis clientes entiendan fácil qué es el clicker, yo les explico que es como un "¡muy bien!" que siempre podemos decirle al perro con la misma gestualidad, tono de voz alegre e intensidad. Y ahora quizá te estás preguntando por qué usar el clicker... y no un ¡muy bien! Te explico.

Por qué usar el clicker

Los entrenadores que usan clicker consideran que contar con una herramienta que marca un buen comportamiento de forma sencilla y con una intensidad concreta es muy útil. No todos los días estamos igual de motivados, alegres o concentrados, pero el "clicker" siempre suena igual. Esto debe entenderse como algo que tiene su parte buena y su parte mala.

Usar el clicker es perfecto para trabajar ejercicios sin tocar al perro, así como para "capturar acciones" que nos interesan y el perro hace de forma natural o guiada (por ejemplo, quedarse sentado mientras una bici pasa a toda velocidad o esperar sentado frente a una puerta abierta) o para hacer pensar a tu perro, mediante ejercicios que moldean conductas mediante aproximaciones (te animo a leer sobre moldeado libre o free shaping y el famoso ejercicio de la caja).

Además, si asociamos el clicker a distintos premios (comidas, caricias, juego, atenciones...), puede llegar a convertirse en un reforzador generalizado, es decir, en un sonido que el perro considere positivo y reforzante en si mismo, porque casi siempre viene acompañado de cosas buenas. Por descontado, para conseguir esto, y aunque usemos distintos programas de reforzamiento, los premios deberán seguir apareciendo (en diferente cantidad, intensidad, etc.) durante toda la vida.

No utilices el clicker para todo, por favor

Mi recomendación, no obstante, es que utilices el clicker para enseñar nuevas conductas y como un recurso extra para marcar buenos comportamientos (y premiar a continuación) en tu día a día, pero que no bases el entrenamiento avanzado ni la convivencia en el clicker.

En futuras publicaciones, me encantaría explicarte por qué con calma, pero te lo resumo diciendo que los perros son maestros asociando gestos, palabras, acciones y conductas, por lo que no hace ninguna falta que simplifiques la relación a base de clics.

En cualquier caso, el clicker es una herramienta muy útil y que resulta interesante para que las familias encuentren formas sencilla de trabajar con sus perros, enseñen habilidades a los perros y mejoren el vínculo humano-animal. Y cuesta un par de euros, por lo que, ¡quien no lo tiene es porque no quiere!

También te puede gustar

Portada de Coco y Maya

Ver todos los comentarios en https://www.cocoymaya.com

VER 0 Comentario