Si tienes perro, cuidado con la oruga procesionaria esta primavera

Con la llegada del la primavera y el buen tiempo, llega también la época de bichos e insectos, así que es el momento de reforzar las medidas antiparasitarias de nuestros perros (o tomar medidas si aún no lo hemos hecho). No obstante, hay otros peligros más allá de que nuestro perro coja garrapatas, pulgas o le pique algún mosquito... ¿Has oído hablar de la oruga procesionaria?

La Thaymetopoea pitycampa, comúnmente conocida como la procesionaria, es una oruga perteneciente al grupo de los lepidópteros que se encuentra en parques, zonas rurales y bosques de pinos. Su peculiar nombre viene porque  los momentos en los que se encuentran en el suelo (tras caer del bolsón en el que anida y antes de enterrarse para terminar su metamorfosis y convertirse en mariposa), forman un desfile como si de una procesión se tratase.

Aunque parecen inofensivas, la realidad es que son extremadamente peligrosas para nuestros peludos y, durante las semanas que podemos encontrarlas en el suelo de parques, zonas rurales y bosques (normalmente entre marzo y finales de mayo), debemos evitar el contacto de nuestros perros con estas orugas.

¿Por qué son peligrosas para nuestros perros?

La oruga procesionaria "tiene la capacidad de destruir los árboles donde anida y supone un peligro para los seres humanos, además de a animales", explican los expertos veterinarios de Clinicanimal, la red de veterinarios de Tiendanimal. "Genera fuertes reacciones, entre ellas la dermatitis, lesiones oculares, urticarias y reacciones alérgicas".

Estos problemas aumentan cuando hablamos de nuestros animales de compañía, especialmente de los perros. "Pueden llegar a ingerirlas provocando necrosis de lengua y garganta y llegando incluso a ocasionarles la muerte", advierten los veterinarios.

"Ni siquiera es necesario el contacto directo con las orugas, ya que cuando estas se sienten amenazadas o en peligro lanzan al aire sus vellosidades urticantes, como si de dardos envenenados se tratase", detallan.

Qué hago si a mi perro le ha picado una oruga procesionaria

Como en esta época del año es probable que nos topemos con estas "amigables" orugas, es primordial que intentemos evitar las zonas donde puedan aparecer, especialmente lugares con pinos o humedad, como bosques, y optar por un descampado, campo abierto o la propia ciudad.

Si no hemos podido evitar que a nuestro peludo le pique una de estas orugas, deberemos acudir al médico tan pronto nos percatemos, ya que nuestro perro puede ser extremadamente peligroso. Pero, ¿qué síntomas presentará nuestro compañero de cuatro patas?

Los expertos de Clinicanimal destacan las reacciones en las zonas más desprotegidas del animal. "La cabeza suele ser el área más afectada", apuntan. "Se puede crear una inflamación en el hocico que puede extenderse por toda la zona".

"Si tu perro ha tragado alguno de los pelos de la oruga pueden aparecer problemas digestivo como vómitos", añaden. "Si lo ha inhalado, puede causar reacciones alérgicas en las vías respiratorias. También, al entrar en contacto con los ojos puede desarrollar conjuntivitis".

Otros síntomas de contacto con la oruga procesionara que puede padecer nuestro peludo son "fiebre, fatiga o daños de la mucosa", detallan los veterinarios.

En caso de que se trate de una picadura, lo primero que debemos hacer es mantener la calma y eliminar los pelos urticantes de la misma, sin tocarlos directamente. "Recomendamos el uso de guantes protectores o con un chorro de agua abundante", explican los expertos. "También debemos evitar que nuestro perro se lama las patas o el pelaje".

En cualquier caso, después de eliminar los pelos tendremos que acudir inmediatamente al veterinario para prevenir cualquier reacción y proporcionar tratamiento en caso de que sea necesario.

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