Seguramente alguna vez hayáis visto la típica escena de película en la que una pareja discute en un piso y se empieza a tirar cosas como ropa, jarrones o zapatillas, en mitad de una discusión. Esa es la situación que se me viene a la cabeza cuando veo las imágenes de unos pulpos bajo el mar, tirándose conchas y arena unos a otros.
Los pulpos son animales muy inteligentes, capaces de preparar trampas para sus depredadores y de crearse escudos de conchas para defenderse, al menos así nos mostraba a estos cefalópodos el famoso documental de Netflix Lo que el pulpo me enseñó. Ahora, al parecer, estos animales también se pueden lanzar objetos e incluso arena.
Así lo ha afirmado un grupo de científicos en su estudio publicado en la revista científica Plos One, sobre el comportamiento de los pulpos sombríos que habitan en la bahía Jervis (Australia). "Yo lo llamo pulpo TV", bromea David Scheel, uno de los autores de la investigación, sobre las más de 20 horas de imágenes captadas por las cámaras acuáticas que instalaron para observar a los pulpos.
"Descubrimos un comportamiento que destacaba sobre los demás: había situaciones en las que estas criaturas recolectaban conchas, arena y algas con sus brazos para luego arrojarlas, impulsándolas con un chorro de agua (similar a un sifón)", detalla el estudio. "A veces en dirección a otros pulpos".
Un comportamiento muy humano
En primer lugar, ver este tipo de comportamientos en pulpos de la bahía (con tanta frecuencia) ha sido toda una sorpresa para los investigadores ya que, como hemos mencionado anteriormente, estos animales suelen tener una vida solitaria.
Por otro lado, los investigadores destacan que el proceso de lanzar un objeto es algo "muy humano" que se ha visto en muy pocos animales hasta ahora, como por ejemplo, los delfines cuando juegan, o las larvas de hormiga de león, que lanzan arena cuando la presa intenta escapar de sus trampas.
"La determinación de apuntar en un lanzamiento plantea desafíos", afirma el estudio. "El lanzamiento dirigido puede apuntar a presas o alimentos, amenazas o animales problemáticos de otras especies (como ocurre con elefantes o varios primates). Sin embargo, rara vez el lanzamiento está dirigido a otros individuos de la misma especie".
De ahí que los investigadores piensen que este comportamiento entre los pulpos pueda tratarse de una forma de comunicación, cuya motivación todavía no han alcanzado a entender. "Podría tratarse de una herramienta social antagonista", proponen.
Por qué los pulpos se lanzan objetos
Los pulpos sombríos de la bahía Jarvis cohabitan en un área conocida como Octópolis y Octlantis, dos asentamientos submarinos descubiertos en 2009 y 2016, respectivamente, un lugar donde tienen comida abundante que les permite vivir cómodamente sin la necesidad de salir a cazar. No obstante, es fácil que unos pulpos se encuentren con otros y que ocurran estos conflictos.
"Cuando un pulpo se sentían amenazado por otro, éste empezaba a almacenar conchas y barro bajo su cuerpo y lo lanzaba contra el individuo en cuestión", expresan los autores de la investigación en el estudio. "No sabemos si de forma intencionada o no, pero sí hemos visto que el comportamiento del segundo pulpo cambiaba y reculaba tras el lanzamiento".
Aunque no se puede confirmar los motivos que llevan a estos cefalópodos a arrojarse conchas, arena y algas, los investigadores afirman que "es algo premeditado" ya que la postura que adquieren cuando se produce el lanzamiento es totalmente inusual a la de cualquier otro contexto y, por esa respuesta que se recibe por parte del pulpo que recibe el lanzamiento.
"Sin duda, los pulpos pueden agregarse a la pequeña lista de animales capaces de realizar lanzamientos y, agruparse con los mamíferos sociales en esta rara forma de tiros dirigidos a individuos de la misma población", concluyen los autores de la investigación.