Nuestros perros son animales diversos y fascinantes con unas características muy diferentes entre las distintas razas. De hecho, cada peludo es único y cada raza va acompañada de una serie de cualidades que debemos tener en cuenta a la hora de facilitarles los mejores cuidados. Una de estas características sobre la que debemos conocer es el pelaje.
Desde pelos largos y sedosos hasta cortos y densos, cada variedad de pelo canino tiene sus propias cualidades y requerimientos de cuidados, por lo que comprender estas diferencias se convierte en una tarea fundamental para mantener a nuestros compañeros de cuatro patas felices y saludables.
¿Sabías que existen diferentes técnicas de peluquería canina según el tipo de pelo de nuestros perros? ¿Y que algunos pelajes no deben ser cortados porque cumplen una función vital para la protección solar o del frío? Aquí van todos los detalles sobre los diferentes tipos de pelaje y sus cuidados.
Largos, cortos, rizados, duros... ¿qué pelo tiene tu perro?
Empecemos hablando de los pelajes cortos que podemos encontrar en razas como el bulldog francés, los bóxer o el dóberman pinscher. Este tipo de pelo es el más sencillo de mantener ya que no tiene a enredarse con tanta facilidad como le ocurre a los pelajes largos. No obstante, esto no quiere decir que no requiera cuidados.
A los perros de pelo corto debemos cepillaros de forma regular para eliminar el pelo muerto y mantener así la piel sana, evitando que sufran enfermedades como la dermatitis y otras patologías relacionadas con la piel. Además, mantener su "melena" bien cuidada y brillante les ayudara a protegerse mejor de las inclemencias del tiempo.
En cuanto a los pelajes largos, sin duda, los más llamativos y vistosos del mundo canino, nos darán un poco más de trabajo que los cortos. Este tipo de pelaje requiere una atención constante, ya que tiende a enredarse y formar nudos si no se cepilla de forma regular, es por eso que debemos dedicar todos los días un ratito a peinar a nuestros compañeros de cuatro patas.
No obstante, más adelante explicaremos las peculiaridades de este tipo de pelaje y algunas recomendaciones sobre qué cortes no debemos realizar a los perros que poseen pelo largo, ya que se compone de diferentes capas con funciones muy específicas cada una de ellas.
Además de los pelos largo y corto, en el mundo canino también podemos encontrar perretes con pelo rizado. Este tipo de pelaje requiere cepillados regulares y visitas frecuentes al peluquero canino, ya que mantener los rizos bien definidos no es una tarea sencilla y, además, hay que prevenir la formación de nudos.
Razas como el caniche, el bichón frisé o el perro de aguas español poseen este tipo de pelaje tan delicado y tedioso de cuidar.
Por último, nos encontramos con los perros de pelo duro. Este tipo de pelaje es más áspero y resistente, proporcionando una mayor protección contra el frío, el calor o la lluvia, entre otros. Aunque se trata de un pelo que puede ser menos propenso a enredarse, aún necesita ser cepillado regularmente para evitar la acumulación de suciedad y mantener una buena higiene.
Cabe destacar que para cortar este tipo de pelajes se utiliza una técnica llamada stripping, que consiste, literalmente, en ir arrancando los pelos muertos, una tarea que debemos encomendar a un profesional de la peluquería canina. Algunos ejemplos de razas con pelo duro son el west highland white terrier, el schnauzer o el cairn terrier.
El pelaje largo, el más complejo de cuidar
Como hemos adelantado antes, el pelaje largo propio de razas como el shih tzu, el galgo afgano o los huskies, es bastante más complicado de mantener y cuidar, no solo por el hecho de ser más largo, sino también por estar compuesto por diferentes capas.
Independientemente del grosos y densidad de estas capas (que varía entre razas) debemos saber qué función cumplen para cuidarlas y tratarlas adecuadamente. Utilicemos el ejemplo del husky siberiano: estos perros cuentan con una capa externa llamada manto o cobertura y otra interna llamada subpelo, por debajo de la externa.
La capa externa está compuesta por pelos rectos y ásperos que forman una barrera protectora contra el frío, el viento y la humedad que, además, es impermeable, ayudando a nuestro peludo a mantenerse seco en condiciones climáticas adversas.
Bajo la capa externa se encuentra la interna, un pelaje mucho más suave y denso, compuesto por pelos más cortos y lanosos. Su principal función es proporcionar aislamiento térmico al perro, manteniendo su temperatura corporal estable, sería como el "abrigo" del perro (protege del frío, pero no es impermeable).
Además de estas dos capas, durante la época de muda, se puede formar una tercera capa conocida como la de transición, que se forma entre ambas capas (externa e interna) mientras nuestro peludo pierde parte de su subpelo en época de muda.
Los cepillados regulares y las visitas al peluquero canino son fundamentales para mantener el pelaje limpio y bien cuidado y así evitar enfermedades, nudos o la aparición de parásitos. No obstante, debemos evitar cometer errores, especialmente en épocas de calor, cuando con el propósito de refrescar a nuestros peludos decidimos cortarle el pelo o incluso raparles.
Cortar el pelo de un husky (u otra raza que también cuente con varias capas) es un error común que debemos evitar a toda costa, ya que, además de protegerles del frío y las inclemencias, también los protege de los rayos del sol. Por lo tanto, cortarles el pelo podría terminar en quemaduras en la piel.
Si queremos refrescar a nuestro peludo con la llegada del verano, debemos acudir a un peluquero canino que retire el pelo muerto para disminuir la cantidad, pero jamás cortar o rapar a nuestro peludo.