En el amplio mundo de las profesiones relacionadas con los animales, la peluquería canina ocupa un lugar destacado. Detrás de los cortes de pelo impecables y los baños refrescantes se encuentra un trabajo minucioso y especializado que contribuye enormemente al bienestar y la salud de nuestros compañeros peludos.
A través de diferentes técnicas y conocimientos específicos, los peluqueros caninos se convierten en aliados imprescindibles para el cuidado de nuestros perros, ya que esta profesión no es solo una cuestión de estética, sino que también juega un papel crucial en la salud de nuestros fieles compañeros.
Al mantener el pelaje de nuestros perros en buen estado también estamos previniendo una serie de problemas dermatológicos como alergias, irritaciones o dermatitis, entre otros. Además, un cepillado regular y el corte adecuado del pelo pueden evitar también la formación de nudos y enredos que pueden causar incomodidad y dolor en el animal.
Llevar a nuestro perro a una peluquería canina con regularidad también mejora la higiene de nuestro peludo, por lo que estamos ayudándole a evitar la proliferación de parásitos y facilitando la detección temprana de posibles problemas de salud, ya que los profesionales de la peluquería canina, durante su sesión de trabajo, pueden llegar a ver bultos o heridas que a nosotros se nos puedan pasar por alto.
Eligiendo peluquero canino
Cuando llevamos a nuestro perro a una peluquería canina, es importante que tengamos en cuenta algunos aspectos fundamentales, empezando por escoger un centro con personal cualificado y experimentado que cuente con las herramientas necesarias y que cumpla con los estándares de higiene necesarios.
Si podemos elegir, también es recomendable que el peluquero canino conozca bien la raza de nuestro perro, ya que cada una tiene sus características particulares y requiere de cuidados y tipos de corte de pelo diferentes y específicos, por lo que escoger un peluquero que haya trabajado con nuestra raza previamente nos aportará un poco más de confianza.
No obstante, cualquier profesional canino debe conocer los diferentes tipos de pelaje y las distintas necesidades de cada raza, por lo que, si no tenemos la opción, cualquier profesional del sector titulado podrá cuidar de nuestro peludo sin problema.
Otro factor importante y fundamental que debemos cuidar cuando acudimos a la peluquería canina es establecer una buena comunicación con el profesional, dando todos los detalles posibles que podamos sobre nuestro perro, las necesidades que tenemos y si debe conocer algo concreto sobre nuestro compañero de cuatro patas.
Por supuesto, debemos también escuchar lo que el peluquero tiene que decirnos, seguir sus consejos e indicaciones, ya que, en algunas ocasiones, lo que los tutores buscamos o queremos no es lo adecuado para nuestro peludo. Un ejemplo de esto es cuando queremos cortarle el pelo a los huskies en verano, una práctica habitual que perjudica al pelaje de nuestro can.
Preparar al perro para la sesión de peluquería
Además de escoger un buen peluquero canino, debemos preocuparnos por el bienestar y comodidad de nuestro perro a la hora de visitar la peluquería, ya que algunos pueden sentirse ansiosos o estresados en este tipo de entornos.
Para facilitar que la sesión sea lo más amena posible, es recomendable visitarla con nuestro peludo con antelación, ofrecerle premios por entrar por voluntad propia (por ejemplo), dejar que interactúe con el peluquero y que olfatee un poco el lugar, antes de la cita. Todo esto facilitará que nuestro perro se sienta un poco más cómodo en este entorno.
No obstante, si tenemos la posibilidad y convivimos con nuestro perro desde que es cachorro, es muy positivo habituar al animal a ciertas herramientas de peluquería que suelen estresarles (como la alcachofa de la ducha o el secador de pelo). Si desde pequeños positivizamos los baños y el uso de este tipo de herramientas, las sesiones en la peluquería canina serán mucho más sencillas para el profesional y menos estresantes para nuestros peludos.
En resumen, la peluquería canina es una profesión esencial para mantener la salud y el bienestar de nuestros perros que va mucho más allá de la estética y que se ha convertido en una herramientas más para la prevención de problemas dermatológicos y la detección temprana de posibles enfermedades.