Tras el anuncio que hizo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este mismo lunes sobre el adelantamiento de las elecciones generales, algunos medios han empezado a plantear dudas sobre la Ley de Bienestar Animal.
La realidad es que la ley se encuentra aprobada y publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), y no es posible realizar modificaciones: el 29 de septiembre de 2023, estará vigente. Aun así, hemos hablado con la abogada especialista en derechos de los animales Lola García para que nos aclare lo que puede y no puede ocurrir.
Cualquier cambio quedará a la espera
Si bien entidades ecologistas como FAUNA (Federación de Asociaciones Unidas por la Naturaleza y los Animales) llevaban varios meses recogiendo firmas para una modificación de la ley, el anuncio de adelantar elecciones al 23 de julio, hace inviable ni tan siquiera su presentación, y asegura la entrada en vigor de la ley para el próximo 29 de septiembre.
Este giro de los acontecimientos tampoco permitirá valorar posibles modificaciones que el Ministerio de Asuntos Sociales y Agenda 2030 había planteado en relación con la ley PPP, que finalmente no fue modificada, al tampoco aprobarse el test de sociabilidad canino.
Se paraliza la Iniciativa Legislativa Popular
El pasado 6 de marzo, FAUNA empezó a recoger firmas para presentar una Iniciativa Legislativa Popular (ILP), que se ampara en la fórmula de democracia directa. A estas alturas, el colectivo afirmaba contar con más de 300.000 firmas de toda Europa (se necesitan 500.000 para su tramitación). En cualquier caso, debe quedar claro que la Ley de Bienestar Animal se mantiene.
El supuesto es completamente diferente al de las leyes que estaban en fase de tramitación, como la ley de familias, la de vivienda, el derecho al olvido oncológico y muchas otras. Como nos responde la abogada Lola García, "la ley está aprobada, y entrará en vigor sí o sí, en septiembre".
Por descontado, algunas voces han pedido que la derogación de la Ley de Bienestar Animal vaya en los programas electorales, si bien todavía desconocemos si alguna formación llevará una propuesta de modificación durante los escasos dos meses de campaña.
Así señala García: "El nuevo gobierno puede iniciar los trámites para derogarla, pero son trámites parlamentarios", por lo que se deberían recorrer los mismos pasos que se han llevado a cabo durante esta legislatura para su aprobación. Una hipótesis improbable y para la que casi no existiría ni tiempo material: por descontado, durante la nueva legislatura estos trámites sí podrían sucederse .
¿Es posible que la ley sea vetada antes de su aplicación?
De este modo, tanto defensores como detractores de la ley, van a tener que esperar al siguiente gobierno para tratar de dar continuidad al proyecto de bienestar animal, que fue recortado en numerosas ocasiones antes de su aprobación, o a la derogación de este.
Así, pese a lo que anuncian algunos medios, las leyes solo pueden ser derogadas por otras [leyes] posteriores (art. 2 del Código Civil) y no parece probable que el nuevo legislativo, aun contrario a esta ley, dedique los primeros sesenta días de gobierno a una tramitación exprés.