Los datos son alarmantes y casi escalofriantes: las poblaciones de vida silvestre en todo el mundo han disminuido un 69% desde 1970, según el Informe insignia de Planeta Vivo de 2022 que elabora cada dos años WWF. Una pérdida de la biodiversidad que desde el organismo achacan a otro problema de base que es el cambio climático. De hecho, no se podría entender el uno sin el otro.
Para llevar a cabo este estudio, que es el más exhaustivo hasta la fecha, se ha tomado como referencia una muestra de 32.000 vertebrados correspondientes a 5.230 especies de todo el planeta que permiten llevar esta situación a términos globales y ser equiparables a la realidad.
El análisis se ha llevado a cabo mediante lo que ellos llaman el Índice Planeta Vivo (IPV) que hace un seguimiento de los cambios en la abundancia relativa de las poblaciones de especies de animales salvajes con el paso del tiempo. Este año se muestra una disminución media del 69% en las poblaciones de animales salvajes entre 1970 y 2018 (rango: -63 % a -75 %).
La población de especies ha disminuido una media de 69% desde 1970🚨 La naturaleza nos envía un SOS 💔
— WWF España 🐼 (@WWFespana) October 13, 2022
Descubre todos los datos en nuestro nuevo #InfomePlanetaVivo #IPV2022 ⤵️https://t.co/SDQuFkQPX4 pic.twitter.com/8lBvqie7fP
¿Los motivos de esta incesante caída? El cambio del uso del suelo sigue siendo la mayor amenaza porque se destruyen muchos hábitat naturales de flora y fauna terrestre y marina. También, el calentamiento global y el ascenso de las temperaturas que ya está provocando las primeras extinciones de especies enteras.
Pérdida de la biodiversidad por continentes
¿Cuál es el continente que más está sufriendo este descenso? Según los datos del informe, todo apunta a América Latina y el Caribe, lo que incluye la Amazonía donde se ha registrado un desplome de un 94% de las poblaciones silvestres. En África, las cifras también son muy preocupantes: con un 66% menos de especies seguida de Asia y el Pacífico con un 55% menos de fauna.
Las zonas menos afectadas por esta despoblación son América del Norte, con una disminución del 20% de poblaciones silvestres seguidas de Asia Central y Europa donde solo se ha reducido la población un 18%.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, organización internacional dedicada a la conservación de los recursos naturales, data en su Lista Roja de Especies Amenazadas que aproximadamente 5.200 especies de animales se encuentran en peligro de extinción en la actualidad.
La pérdida de hábitat y las barreras en sus rutas migratorias son de las mayores amenazas a las que se enfrentan estas poblaciones acuáticas. De hecho, los colaboradores de la ONG sostienen que "a nivel global, presas y embalses tienen ya secuestrados el 63% de los ríos de más de mil kilómetros, impidiendo las migraciones que infinidad de especies venían haciendo desde tiempos remotos".
Los investigadores de WWF han elaborado un mapa, junto a los datos de la UINC, donde se muestran esas zonas del mundo que son las más afectadas:
Los tiburones y las rayas son los primeros animales que están desapareciendo
Los animales que más se han extinguido con el paso de los años son los tiburones y las rayas oceánicas. En el informe los datos lo avalan: se ha perdido a más de un 71 % de ejemplares de estas especies en los últimos cincuenta años. ¿Los motivos? La presión pesquera y la sobrepesca de estos animales que se ha multiplicado por 18 desde los años 70.
En 1980, nueve de las 31 especies de tiburones y rayas oceánicas estaban amenazadas. En 2020, las tres cuartas partes de ellas (77 %, 24 especies) estaban amenazadas con riesgo elevado de extinción. En concreto, el tiburón de punta blanca disminuyó un 95% a nivel mundial y ha pasado de situarse como Vulnerable a En Peligro Crítico por la Lista Roja de la UICN.
Graves consecuencias para el futuro
Vivimos una emergencia planetaria con una doble crisis, la climática y la pérdida de biodiversidad y degradación de la naturaleza. Ambas tienen graves consecuencias: desplazamientos y muertes por fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes, mayor inseguridad alimentaria, agotamiento de suelos, falta de acceso a agua dulce y aumento de enfermedades zoonóticas y pandémicas.
El IPV 2022 confirma en conclusión que la actividad humana insostenible está llevando a los sistemas naturales del planeta al límite. Destruimos la vida salvaje a un ritmo sin precedentes y es urgente que actuemos ya para revertir la situación y conseguir una naturaleza en positivo para 2030.
Una respuesta urgente: qué podemos hacer los humanos para salvaguardar la población del planeta
Un futuro positivo para la naturaleza necesita cambios transformadores en la forma en la que producimos, consumimos y en cómo gestionamos los sistemas de gobierno o el sistema financiero. Desde la organización no se cansan de repetir que los seres humanos necesitamos construir una "sociedad positiva con la naturaleza" que salvaguarde el planeta para la buena salud de todos.
Por eso, las solucionen recaen en los propios gobiernos y en la ciudadanía:
"hay que reducir las emisiones contaminantes (que no dejan de aumentar), poner en marcha soluciones basadas en la naturaleza (caso de los manglares, cuya deforestación ha disminuido en algunas porque se tomaron medidas), apostar por el liderazgo de los pueblos indígenas y su sabiduría, junto con las innovaciones que funcionan, retomar una cadena de suministros sostenible y justa, diversificar la producción de alimentos… Y, sobre todo, restaurar".