Entre los animales de compañía, además de los perros y los gatos, los roedores son unos de los más populares en los hogares españoles. Se venden como el animal perfecto para mantener cuando hay niños en la familia (a pesar de que no todos son recomendables, por su carácter, para ello) y tenemos muchas especies donde elegir.
De hecho, las ratas (Rattus Norvegicus), a pesar de la mala fama que tienen, se han puesto muy de moda en los últimos años, gracias a que a través de las redes sociales, la gente ha descubierto que son seres muy inteligentes y sociales, con los que podemos establecer fuertes vínculos.
Desde la Asociación Protectora de Pequeños Animales (APPA) La Madriguera, explican que las ratas domésticas son de los roedores más inteligentes, "solo superadas por las ardillas". "Han sido seleccionadas para ser más dóciles y tranquilas, por lo que son curiosas, cariñosas y raramente agresivas", aseguran.
"A pesar de su mala imagen, son animales realmente interesantes y sorprendentes que se ganan el cariño de sus cuidadores en poco tiempo", afirman. "Además, son muy limpias (al contrario de lo que se cree), ya que dedican gran parte de su tiempo a asearse".
Cómo son las ratas
Lo primero y más importante que debemos saber sobre las ratas es que son animales gregarios, es decir, necesitan vivir con otros de su misma especie. "Nunca se debe tener una rata sola, al menos deben ser dos", defienden desde la APPA La Madriguera. "Una rata sola, en general, no es feliz, por mucho tiempo que le dediquemos. La interacción con individuos de su propia especie es una necesidad básica que debemos cubrir".
No obstante, no debemos olvidarnos de la facilidad que tienen estos animales para reproducirse. Si mezclamos machos con hembras, debemos esterilizarles, no solo para evitar camadas no deseadas, sino también conflictos entre ellas.
Otro factor importante sobre el comportamiento de las ratas que debemos conocer es que son animales territoriales, por lo que si tenemos una rata y vamos a incluir otra en la familia para que le haga compañía, "las presentaciones tendremos que hacerlas en una zona neutral y nunca en las una jaula en la que se aloje alguna de ellas, ni en sus zonas habituales de juego", detallan.
"Una rata sola, en general, no es feliz, por mucho tiempo que le dediquemos. La interacción con individuos de su propia especie es una necesidad básica que debemos cubrir
Como animales sociales que son, no podemos mantenerlas siempre encerradas en una jaula, es recomendable que, al menos, las dejemos salir unas tres horas al día. "También es recomendable que dediquemos tiempo a interactuar con ellas y a enseñarlas algunas cosas básicas, como venir cuando se las llama, para facilitar el manejo y la convivencia", comentan desde la asociación.
"La zona donde estén sueltas debe estar adecuadamente preparada para evitar accidentes (ventanas cerradas, evitar el acceso a cables, plantas o escondites inaccesibles, fuentes de calor, etc.)", añaden. "Son curiosas y exploradoras, así que se meten en líos fácilmente".
Sobre enseñarles trucos u órdenes, a las ratas podemos adiestrarlas fácilmente con premios, al igual que haríamos con los perros o incluso con los gatos. "Puede ser una buena manera de pasar tiempo con ellas y afianzar el vínculo, evitando el aburrimiento y el estrés", aseguran desde APPA La Madriguera. "Pero nunca se les debe castigar, siempre se debe fomentar el refuerzo positivo".
Cómo debe ser el hogar de nuestras ratas
Para mantener adecuadamente a nuestras ratas dentro del hogar, empezaremos por buscar un espacio siempre interior, libre de corrientes de aire (pero bien ventilado), de tabaco, incienso o ambientadores, y donde puedan disfrutar de luz natural (aunque nunca bajo el sol directamente).
"Las ratas suelen estar activas por la noche, así que no es recomendable tenerlas en nuestro dormitorio a no ser que tengamos un sueño muy profundo", aconsejan desde la asociación. "El alojamiento principal puede ser una jaula amplia, pero siempre ofreciéndolas un espacio más amplio y rico para explorar".
Además, si optamos por este método, debemos asegurarnos de que su jaula cuenta con elementos de enriquecimiento ambiental como escondrijos, hamacas, rampas y túneles. "Una jaula demasiado vacía no les da sensación de seguridad, ni les sirve como entretenimiento, lo cual puede generarles estrés e inseguridad", explican desde la asociación.
"El alojamiento principal puede ser una jaula amplia, pero siempre ofreciéndolas un espacio más amplio y rico para explorar"
Otro factor importante a tener en cuenta es que la jaula "debe ser de barrotes (no de cristal o plástico), el suelo de la misma deben ser sólidos (nunca de rejilla, que pueden provocar lesiones) y el tamaño mínimo para dos ratas debe ser de 0,5 m3 al multiplicar ancho por largo por alto (por ejemplo 1 m × 0,5 m × 1 m)".
En cuanto al lecho, podemos utilizar los típicos de papel prensado o los que están fabricados con cáñamo, pero debemos evitar los que son de virutas de madera, ya que pueden ser realmente tóxicos para las ratas, según de qué madera esté hecha.
Otros elementos que no deben faltar en la jaula de nuestras ratitas son los comederos (hechos de algún material duro que no puedan roer y que estén sujetos a la jaula), bebederos (también bien fijados a la misma), esquineros, casitas y escondrijos, túneles, rampas (de no más de 45 grados de inclinación), hamacas y juguetes de enriquecimiento ambiental.
De qué se alimentan las ratas
Las ratas son animales omnívoros, por lo que su dienta tiene que estar compuesta de una parte de origen animal y otra de origen vegetal. "La base de la alimentación debe ser un pienso seco a base de semillas que se debe complementar con un aporte de alimento fresco vegetal", recomiendan desde La Madriguera.
"Debe componerse en un 80 por ciento de pienso (mezcla casera o pienso comercial, que incluye semillas y proteína animal), y en un 20 por ciento de vegetales frescos (frutas y verduras)", detallan. "También podemos ofrecerles como suplemento alimentos ricos en vitamina D si no reciben luz solar".
Sobre qué alimentos pueden y no pueden comer, en la página web de la asociación tienen un extenso listado de opciones que podemos consultar si tenemos dudas al respecto, entre donde destacan diferentes tipos de cereales, semillas y legumbres cocidas que podemos proporcionarles, y alimentos como el cacao, café o la cebolla, que estarían completamente prohibidos.
"Las ratas son desconfiadas con las comidas desconocidas y, normalmente, solo prueban un poco para ver cómo les sienta, ya que no pueden vomitar", afirman. "También suelen evitar los sabores amargos".
Otros conocimientos importantes
Desde la asociación, también destacan que, aunque son animales muy limpios y no es necesario, podemos bañarlas con agua tibia, aunque lo importante en cuanto a la higiene es que mantengamos sus esquineros y jaula limpios (realizando una limpieza a fondo al menos una vez por semana).
"También debemos tener localizado un veterinario que pueda atender a nuestros animales en caso de enfermedad o lesión", cuentan. "En el caso de las ratas, deben atenderlos un veterinario especialista en animales exóticos y se recomienda que se haga una revisión cada seis meses".
En La Madriguera también recomiendan la esterilización, ya que "disminuye la incidencia de ciertos tipos de cánceres a los que las ratas son muy propensas y aumenta la esperanza media de vida casi un año". "Los machos se pueden castrar también para facilitar la convivencia con otras ratas macho o hembras".
Ahora que conocemos un poco más sobre cómo son las ratas y los cuidados que necesitan, debemos también contemplar la opción de adoptar, además de comprar en una tienda de animales. En APPA La Madriguera rescatan y buscan segundas oportunidades a ratitas en situación de abandono, al igual que la asociación Ratas en adopción, que también se dedica al rescate de estos animales. Y tú, ¿te animas a añadir ratitas a la familia?