Bran es toda una celebridad en TikTok. Más de 2 millones de seguidores en esta red social (Branparlante) y cientos de miles en otras, como Facebook e Instagram lo confirman. ¿La razón? Igual que otras superestrellas de la red, como Stella y I Am Bunny, Bran habla en español, con botones.
¿Y quién es Bran, el Parlante? Pues Bran es un perro que vive en Vizcaya con Nuria, Adrián y el gato Batman. Fue adoptado hace tres años por la pareja y su aventura empezó inspirada por el trabajo de Christina Hunger, sobre el que hablamos en detalle aquí, hace solo unas semanas.
Todo empezó... con un libro
A Nuria, según explicó en El Mundo, le llamó la atención el trabajo de la terapeuta del lenguaje Christina Hunger, quien empezó a mostrar en redes fragmentos de un estudio científico de FluentPet y la Universidad de California, en el que participa su perra, Stella, junto a otros canes.
Si bien Christina y Stella siguen participando en el estudio, la norteamericana aprovechó la difusión de sus redes sociales para crear una marca relaciona con la perra y publicar un libro: How Stella Learned to Talk: The Groundbreaking Story of the World's First Talking Dog (Cómo Stella aprendió a hablar). Este es el libro que cayó en manos de Nuria y Adrián, y lo cambiaría todo para Bran.
En una primera fase, la familia enseñó al perro a pulsar los botones (en unas posiciones concretas) con órdenes sencillas basadas en premiar la acción y, poco a poco, ha ido asociando el significado de los botones a las consecuencias, como nos explica su guía canina.
Hoy, Bran sabe 15 palabras, que están divididas en personas y animales (Bran, Batman, papi y mami), lugares (calle, casa, balcón y río), acciones (comer, mimos y jugar) y objetos (agua, ayuda, pelota y ratoncito). Sin embargo, parece que tiene dos palabras favoritas: comer y calle, como no podía ser de otro modo.
@branparlante Que mala es a veces Mami 😅 (IG: branparlante) #branparlante #perroparlante #perrostiktok ♬ sonido original - Bran parlante
El límite: ¿150 palabras?
En algunas entrevistas, se ha mencionado con notable desinformación algunos datos preocupantes. El primero, es el número de palabras que puede asociar un perro, que según El Mundo, Telecinco o El Correo rondarían las 150 palabras.
Según la American Psychological Association el perro promedio podría alcanzar esta cifra, y perros como Rico —un border collie que participó en el estudio, superó las 200 palabras y mostró un aprendizaje acelerado que, hasta entonces, se creía que solo tenían humanos y otros primates. Por descontado, el trabajo y la dedicación de Stella, Bran o I Am Bunny (y de sus guías) es digno de admirar, pero podríamos llegar a realizarlo con la mayor parte de los perros del mundo.
Esta idea se contrapone a la que aparecen en algunas entrevistas y que ensalzan la capacidad de aprendizaje de Bran (repetimos: digna de mención, por supuesto), y sin tener presente la falta de competencia profesional de la mayoría de las familias que están realizando estos experimentos.
La polémica... ¿está servida?
Como en el caso de Stella y I Am Bunny, Branparlante —como se conoce la cuenta de TikTok— la explicación más realista para este fenómeno parece ser que esté aprendiendo por condicionamiento operante: asociando cada botón a una consecuencia (y un refuerzo: o sea, a un tipo de premio), como afirma la propia familia.
Siendo así, todo lo anterior podría enseñarse mediante metodologías más sencillas de comprender para un perro o un gato, como acercarse a la puerta cuando quieren salir a la calle o dar la pata para captar tu atención. No obstante, nadie duda que los teclados con sonidos son mucho más vistosos.
@branparlante ¡HELP! Algo quería que yo no entendía, ¿ideas sobre que podía querer decirme? (IG: @branparlante) #branparlante #perroparlante #perrotiktoker #balcón ♬ sonido original - Bran parlante
A diferencia de Stella, Nuria y Adrián no cuentan con botones con significado abstracto (como un "te quiero"), ni se plantean ampliar esta enseñanza más allá de unas pocas palabras, sean una decena o varias. Además, la familia promueve en sus redes la adopción de compañeros peludos, la estimulación mental —la enseñanza de comandos a través de botones, en su caso— y una vida familiar para perros y gatos.
Por último, como ocurre con sus primas lejanas, Bran tiene una gran preferencia por comer e ir a la calle, lo que se explica de una forma sencilla: probablemente, estas dos acciones se han reforzado mucho más y el valor del refuerzo (lo que le interesa comer o salir al exterior) es muy superior a las acciones asociadas a otros botones.
Si tienes más interés en los procesos de aprendizaje y en los estudios que pueden asociarse al aprendizaje de Bran, el perro que habla en español, te recomiendo que sigas leyendo sobre estos perros de Instagram "hablan" con un teclado, porque la ciencia no lo ve tan claro, aunque, dependiendo del tipo de perro que tengas en casa, puede ser un buen modo de estimular la inteligencia y reforzar el vínculo.