Los collares antiparasitarios son una herramienta útil para prevenir que tu perro se infecte con parásitos, pulgas, garrapatas y o picaduras de mosquito. Este último punto es básico para evitar el contagio de la leishmania, una enfermedad parasitaria contagiada por el mosquito flebótomo.
Estos collares liberan sustancias químicas para repeler e incluso matar a los insectos, reduciendo notablemente el riesgo de infección, y permitiendo prevenir enfermedades de distinta gravedad. La principal ventaja es que son fáciles de introducir en la rutina del perro, así como una opción económica, pero quizá todavía es más económica de lo que te habían dicho...
Prevención frente a la leishamnia
La prevención frente a la leishmanionis es la principal razón del uso de los collares antiparasitarios. La leishmania es una enfermedad que ofrece un cuadro clínico variado, desde pérdida de peso y ganglios inflamados a trastornos de piel, oculares e insuficiencia renal.
Se trata de una patología grave, cuyo tratamiento ha mejorado mucho en la última década (cuenta, incluso, con una vacuna preventiva), pero que sigue siendo una enfermedad crónica y peligrosa para los peludos.
Las marcas que todos conocemos
De este modo, las dos principales marcas de collares antiparasitarios, Seresto y Scalibor, ofrecen soluciones de gran valor en formato collar, que debemos siempre revisar que no afecten a la piel o el pelo de nuestros canes (una reacción poco frecuente). Los collares son resistentes al agua y liberan de forma constante el principio activo.
El collar Scalibor es el primer antiparasitario para perros del mercado que protege de los mosquitos del género flebotomo, garrapatas y pulgas hasta un periodo de 12 meses (12 meses frente a flebotomos, 6 frente a garrapatas y hasta 4 meses frente a pulgas).
Hasta hace relativamente poco, aun así, solía decirse que los collares debían cambiarse cada seis meses, poniendo énfasis en que se usasen siempre en los meses de calor, donde el flebótomo es más frecuente y donde los perros que viven en exterior tienen un riesgo de contagio mucho mayor.
Sin embargo, tras numerosos estudios (te facilito uno de los de mayor renombre), se ha demostrado que Scalibor puede utilizarse durante 12 meses, mientras que Seresto puede alargar su vida útil hasta los 8 meses De este modo, en la mayoría de los países, el uso de ambos collares (y teniendo presente que el invierno no es temporada de riesgo), podemos utilizar un collar antiparasitario por año, ahorrando entre 30 y 40 euros.
ZMNVEG para SERESTO Perros Collar 8 Meses para Perros de Talla Grande de más de 18 Libras, 70 cm. Big Dogs
Por último, existe una vacuna contra la leishmania canina para prevenir la enfermedad en perros, pero debe complementarse con los collares y suele recomendarse, principalmente, en zonas donde la enfermedad es común.
Esto se debe a dos razones: no se ha mostrado 100 % efectiva (aunque sí mejora mucho el pronóstico en animales posteriormente infectados) y es importante seguir las recomendaciones de prevención para evitar el aumento de las infecciones (un perro infectado también debería llevar collar para evitar que los flebótomos infecten a terceros también).