Es una de las preguntas clásicas: ¿Cuántas veces tengo que sacar a pasear a mi perro? Y te adelanto que admite un montón de “dependes”. Por eso, es tan típico que, al buscar este tipo de información, muchas familias se encuentren con respuestas contradictorias o que aumentan sus dudas.
El número de veces que vas a tener que sacar a pasear a tu perro varía en función de un montón de factores, pero vamos a hablar de los tres más importantes: el animal (o sea, el individuo), la raza y dónde vives; después, empezamos a concretar.
Los perros... pasean para vivir
¿Por qué los perros tienen que salir a pasear tres veces al día? En realidad, este es un número genérico que se vincula a nuestra comodidad (que levante la mano quien pueda salir 4 o 5 veces a la calle con su perro a diario...) y a la conducta higiénica del animal (oportunidades de hacer pis y caca).
Sin ponernos muy técnicos, hay que entender que durante gran parte de su domesticación, el perro ha estado casi todo el día junto al ser humano y, hasta el Neolítico, en constante movimiento. En otras palabras, es relativamente nuevo que los perros tengan que estar solos y quietos en un sitio.
A lo largo del paseo, además, es como los perros sacian gran parte de sus necesidades fisiológicas, instintivas y sociales. Por lo tanto, la respuesta que buscamos debe contestar otra pregunta: ¿mi perro sale a pasear lo suficiente para cubrir todas esas necesidades?
¿Cuánto tiempo tiene que pasear un perro?
El tiempo mínimo por paseo debería ser siempre de media hora, adaptado en todo momento a las características físicas y a la edad de tu animal. En la mayoría de los casos en los que los perros viven en ciudad, estos tiempos nos obligan a salir, por lo menos, 3 veces a la calle y, de ahí, la respuesta más común al “¿cuántas veces tengo que sacarle?”.
A partir de aquí, no obstante, entran los puntos que ya hemos mencionado: nada tiene que ver un pastor alemán con un carlino, por lo que, si tenemos un perro de trabajo, debemos buscar el modo de realizar paseos más largos y variados, que permitan quemar energía y sean interesantes. Por el contrario, si tu perro muestra baja actividad, la mayoría de los paseos se pueden centrar, simplemente, en explorar el entorno, socializar con otros animales y olfatear.
El error más común es creer que un perro pequeño es un animal de baja actividad y un perro grande necesita mucho ejercicio, pero ahí tienes el gran danés, el mastín o el Jack russel y el West Highland white terrier para invalidar esta idea.
¿Qué debe incluir un buen paseo?
En la calle, debemos tratar de conseguir que el paseo sea una actividad divertida y enriquecedora para el perro: olfatear, jugar con otros perros o realizar ejercicio físico y mental mediante las actividades de obediencia y juego son claves para su bienestar.
Un buen paseo debería incluir:
- Contacto social con otros perros: si es sociable y no muestra conductas reactivas, como ladridos compulsivos o agresividad hacia perros o personas, que deberías trabajar con un profesional
- Olfateo u olisqueo del entorno: los perros, sobre todo, se relacionan con el entorno mediante el olfato
- Ejercicio físico, tanto mediante el paseo (¡recuerda que ellos pasean en zig-zag e intenta utilizar correas largas siempre que sea posible!) como a través del juego con pelota, mordedor, frisbee...
- Entornos naturales o naturalizados, en los que se presenten los puntos anteriores, así como nuevos olores y experiencias
¿Dónde es mejor pasear con un perro?
Cada perro, vive en un entorno concreto con su familia (piso, casa, urbanización, playa, montaña...), por eso, de nuevo, es complicado generalizar. Sin embargo, ten presente que las zonas donde paseéis deberían ser interesantes, variadas y estimulantes para el perro.
Hay perros que agradecen una rutina fija —en especial, animales inseguros o con miedos—, pero la mayoría valorará positivamente que vayas ampliando y variando sus zonas de paseo.
Si hay que resumir todo lo anterior en dos consejos imprescindibles, no te quedes con los tiempos, sino con los dos puntos siguientes:
- Primero, un perro que pasea suficiente y que tiene sus necesidades cubiertas se mostrará en casa tranquilo, poco activo y aprovechará ese tiempo para el descanso.
- Segundo, haz pruebas, no hay ningún animal como el tuyo: aumenta el tiempo de paseo, redúcelo, ofrécele más actividades, cambia la ruta… y valora cómo se siente cómodo tu compañero.
Aquí tienes los puntos básicos, ahora que lo sabes, te toca a ti personalizar los paseos de tu perro.