Si tanto a ti como a tu perro os encanta la nieve, el invierno puede ser una época muy especial para compartir experiencias de alta montaña. Aun así, a excepción de razas seleccionadas para climas fríos, debes recordar algunas precauciones básicas para disfrutar juntos con seguridad.
Si tu perro no tolera bien el frío (sobre todo, perros pequeños, perros sénior o razas acostumbradas a los climas cálidos), lo mejor será que encontréis otros contextos donde disfrutar de vuestra mutua compañía y, si te ves obligado a exponerle a zonas frías, limita los tiempos en el exterior y prepara bien la ropa de abrigo y los complementos (botas, crema reparadora, etc.).
Qué ropa necesita tu perro para la nieve
A grandes rasgos, con el abrigo y las protecciones adecuadas (si son necesarias) los perros disfrutarán de la nieve y la alta montaña como de cualquier otro contexto, siempre que permitamos que se acostumbren de forma progresiva y atendiendo a sus necesidades y sensibilidad.
Esto no significa que, si nieva en tu ciudad, a cotas bajas, debas tomar las mismas precauciones que si te encuentras a 2000 metros de altitud durante todo un fin de semana. En estos casos, siempre que vigiles el tiempo que tu perro está en contacto con la nieve y su conducta, no debería haber problemas. Por cierto, si se da la situación, ¡es una buena oportunidad para empezar a acostumbrar a tu perro a otros climas en tu propia ciudad!
Tiempo de calidad con tu perro
Las actividades más comunes en la nieve son:
- Excursiones de senderismo y montañismo (adaptado),
- paseos caninos con raquetas de nieve,
- actividades de trineo, esquí o snowboard en las que el perro nos acompañe,
- juegos en la nieve: desde realizar figuras a perseguir la pelota, el mordedor, buscar rastros o revolcarse en la nieve
Igual que en cualquier otra estación del año, el objetivo será encontrar actividades seguras para compartir. Quizá una excursión con raquetas de nieve con tu perro en Andorra es una buena opción junto a un border collie, o un pastor alemán, pero muy mala con un bulldog francés o un yorkshire terrier. Por lo tanto, vale la pena consultar con profesionales y analizar las capacidades físicas y psíquicas de tu perro antes de exponerlo a ciertas experiencias: después, lo agradecerás.
Debemos adaptar el recorrido, los tiempos y conocer las posibilidades y límites saludables de nuestros canes. En España, hay cientos de espacios donde realizar actividades relacionadas con la nieve, desde el Pirineo catalán y aragonés hasta Andorra, la Sierra de Gudar, en Teruel, la Sierra de Guadarrama madrileña o los Picos de Europa.
Por lo tanto, nuestra principal preocupación no será encontrar lugares, sino conseguir que el perro se acostumbre y adapte al entorno, así como tomar las preocupaciones adecuadas para realizar cualquier actividad con seguridad.
¿Qué ocurre si el perro come nieve?
En este contexto, las principales diferencias en la actividad se asocian con tres elementos obvios: el frío, el hielo y la nieve. Por ejemplo, jugar con la nieve no es problema siempre y cuando los perros no se la coman o, por lo menos, no coman demasiada: en caso contrario, pueden tener problemas de estómago, diarreas y cortes de digestión.
¿Por qué? Principalmente, por el cambio térmico que se produce en el tracto digestivo. Además, un perro que se hinche a comer nieve, va a tener que expulsarla... relativamente rápido en forma de orina.
En definitiva, que no es buena idea.
Practicar mushing (tiro de trineo) o esquí alpino con el perro
Por el contrario, aunque pueda parecer idílico, es importante entender que actividades más exigentes, como el mushing, el ascenso a un pico o el esquí alpino suponen un reto para perros entrenados y deben quedar vetados para perros de familia que van a pasar contigo unos días de vacaciones.
El tiro de trineo, por ejemplo, es una actividad de gran tradición, pero también muy exigente y para la que pocos perros están criados y preparados. Del mismo modo, ascender o descender una montaña junto a tu perro (si no está preparado para la actividad) puede suponer un riesgo enorme para el animal, para los dos e incluso para terceras personas.
Si tienes interés en actividades más específicas, lo ideal es que te informes adecuadamente (es decir, con tiempo) sobre cómo practicarlas con seguridad y que es aconsejable enseñar a nuestros perros.
En cualquier caso, la nieve no tiene por qué ser un impedimento para disfrutar en familia, sino todo lo contrario: una oportunidad para vivir nuevas experiencias junto a los tuyos.