La nueva ley de Bienestar y Protección animal, pendiente de su aprobación definitiva, introducirá muchos cambios: busca poner fin al maltrato animal y al sacrificio, los animales deberán hacerse un DNI y el seguro animal pasará a ser obligatorio. También, entre otras cosas, desaparecerá la categoría de perros potencialmente peligrosos (PPP).
Esta clasificación ha agrupado durante dos décadas a un listado de ocho razas puras además de algunos perros mestizos, a las que se presuponía agresividad. En vez de criminalizar por adelantado a razas enteras de perros, el nuevo proyecto de ley propone en su lugar una solución individualizada: una 'prueba de sociabilidad' para los perros grandes (de más de 10 kg) elaborada por expertos especialistas en comportamiento canino.
De este modo, los perros que pasen el test no tendrán obligaciones extraordinarias, pero los que no lo superen o no lo acrediten serán considerados perros de manejo especial. Según el proyecto de Ley, de momento esto implica que en público "deberán disponer de condiciones de seguridad suficientes para evitar fugas o posibles agresiones", lo que recuerda bastante a las obligaciones de de llevar bozal y correa a las que se somete ahora a los perros potencialmente peligrosos (PPP).
Hay más incógnitas: aún no se sabe con certeza cómo será ese test canino ni las características concretas de los perros que deben pasarla. Sí tenemos un punto de referencia claro, la Prueba de Sociabilidad que lleva a cabo la Real Sociedad Canina de España, cuyos test ya los han pasado alrededor de 4.000 perros en toda España y que con toda probabilidad servirá de base para el nuevo examen.
El "test de sociabilidad de la ley" será más sencillo que las pruebas de la RSCE
La Dirección General de Derechos de los Animales y un comité de expertos están definiendo una prueba similar a la de la RSCE, pero en principio más sencilla, que tendrán que pasar todos los dueños de perros grandes cuando entré en vigor la ley. Todos los propietarios, además, deberán además superar un test de conocimientos y asegurar a su mascota.
Según la RSCE, su test "tiene por objeto comprobar y examinar el nivel de comportamiento social así como el nivel de educación básica alcanzados por un perro determinado".
La prueba de la RSCE verifica el nivel de sociabilidad de los perros observando las reacciones que muestra ante estímulos que le puedan ocasionar alteraciones de conducta. Se comprueba que sepa acudir a una llamada, quedarse quieto, dejarse inspeccionar por extraños, etc. Al final del artículo puedes consultar el listado completo. Y a continuación tienes un ejemplo en vídeo:
¿Puede un perro pasar el test sin entrenar?
Según Javier Ruiz, redactor de Coco y Maya y educador de perros profesional, todos los perros pueden pasar el test, pero habiendo entrenado previamente. Esto quiere decir que "necesitas una obediencia básica y trabajar algunos ejercicios concretos (por ejemplo, discriminaciones, tolerancia a estímulos para que el perro en cuestión se le pueda activar el instinto de caza o persecución)". De hecho advierte: "No puedo ir ni yo mañana, por mucho manejo que tenga, y que el perro me pase el test de sociabilidad de la RSCE. Es más, calculo entrenar dos o tres meses: mínimo un mes si sabes muy bien lo que haces".
"La mayoría de las pruebas de campo son bastante 'sencillas', aunque hay que prepararlas; sobre todo, la llamada con perro suelto y permanencias —aclara Javier—. De la fase urbana, si se hiciera, lo que veo complicado sin preparar son los encuentros con corredores o ciclistas para determinadas razas, o, si no se ha trabajado, la indiferencia frente a otro perro".
¿Estas pruebas valen para identificar perros peligrosos?
La RSCE sostiene que sus pruebas ofrecen grandes resultados para determinar la sociabilidad de un perro y "determinan si un perro tiene el nivel de educación necesario suficiente como para saber que acudirá cuando su propietario lo llame, que sabrá caminar o esperar a nuestro lado mientras nos desplazamos por la ciudad y que no se altera (...)".
Este examen es bastante exigente y sirve muy bien para acreditar el manejo que el tutor tiene el de perro. Sobre todo porque muchos de los que lo pasan lo hacen con vistas a que después el perro participe en competiciones y prácticas deportivas.
Pero por su misma composición y objetivos, quizá no sea cien por cien adecuado para verificar si un perro requiere un manejo especial y puede interactuar sin problemas con otras personas y animales. Javier Ruiz lo resume así: "El test RSCE no nos permite ver si es sociable o no es sociable. Nos permite ver el control que el guía tiene del perro"
Aún falta por concretar el formato final de la prueba de sociabilidad incluida en la nueva ley y cuánto va a inspirarse en el test de la RSCE. Si finalmente es una versión más sencilla y menos profesional y competitiva —lo más probable— corre el peligro además de convertirse en un trámite burocrático más que en una garantía.
El examen de la RSCE al detalle: pruebas en privado, en la calle, y cuestionarios teóricos
La prueba de sociabilidad de la RSCE tiene dos partes: un cuestionario teórico y una prueba práctica de manejo del animal que consta de dos actuaciones. La primera, en una pista cerrada y, la segunda, en la calle donde les expondrán a diferentes situaciones para valorar su comportamiento en las vías públicas.
La primera parte se llevará a cabo en el campo de trabajo (fase campo) que consta de 7 ejercicios; la segunda parte, siempre y cuando se haya superado la primera con el resultado de apto, se realizará en entorno “habitado” que ponga disposición la RSCE que consta de 9 ejercicios:
- 1ª Parte (Fase Campo)
- PERMANENCIA SOCIAL. Tumbado en grupo con distracción
- SEGUIMIENTO. Posición base
- Caminar cerca del conductor
- Cambios de dirección y de ritmo durante la marcha
- Realización durante el paseo de una parada entre un grupo de personas
- PERMANENCIA LIBRE Y ESTÁTICA. Sentado y quieto
- VALORACIÓN EN LIBERTAD. Llamada con el perro suelto y a distancia
- 2ª Parte (Fase Urbana)
- Descenso y subida del perro del vehículo
- Presentación ante el juez del perro con BOZAL puesto y control identificativo y del microchip
- Paseo urbano con la correa
- Encuentro con corredores y/o un ciclista, y saludo con un grupo de personas
- Indiferencia en el cruce con otro perro
- Permanecer tumbado mientras el conductor está sentado
- Subida y bajada de escaleras
- Cepillado y limpieza del conductor a su perro
- Inspección y chequeo físico del perro por parte de un extraño
Tras superar la prueba, con al menos once de los dieciséis ejercicios y haber superado cada una de las partes en más del cincuenta por ciento (50%) de los ejercicios, se valorará la corrección del examen escrito (Cuestionario Parte Teórica) que haya sido cumplimentado de modo satisfactorio, para poder sumar los once puntos necesarios.
Si el perro pasa satisfactoriamente la prueba, su nivel de sociabilidad se consideraría 'apto'.
Foto | RSCE